¡Hola a tod@s!
¿Cómo estáis, cómo lleváis esta «nueva normalidad» en que se supone que podemos hacer vida más o menos normal pero bajo la amenaza constante de un nuevo confinamiento? ¿Y el tema de las mascarillas, cómo va? Nosotr@s, las personas sordas oralistas lo llevamos «regulín».
Esta entrada es de agradecimiento a todas aquellas personas que me voy encontrando y que tras decirles que no oigo bien y que leo los labios, lo entienden a la primera y se disponen a bajársela para hablarme. Lo cierto es que son la mayoría, pero siempre hay algunas personas que se quedan en «shock», sin saber qué hacer y con éstas, resulta más difícil la comunicación. Incluso un chófer de un autobús se me puso a reír al decirle que tenía que leerle los labios…, quiero decir que muchos ni saben ni comprenden para qué esa lectura labial (debía pensar que le tomaba el pelo… está claro. Al final lo entendió y se bajó la mascarilla al hablarme). En más de una ocasión he decidido irme del lugar por no ser posible este entendimiento, con el sabor amargo de que tengan que estar siempre haciéndote este «favor». Si esta situación en relación a la discapacidad auditiva se contemplara desde la ley, sería diferente, pues estaríamos amparados.
Junto con otras personas sordas oralistas, hemos enviado escritos a organismos gubernamentales o medios de comunicación para explicarles y/o difundir nuestra problemática, ya que la ley no contempla a las personas sordas como tal en las excepciones en el uso de la mascarilla ni dice nada sobre los materiales para poder confeccionar mascarillas transparentes homologadas, que son las que necesitamos para una comunicación lo más óptima posible. Algunos hemos obtenido respuesta, otros no. El hecho de que sean homologadas es importante, por ejemplo, para ir al hospital. En un hospital no puedes entrar con una mascarilla de tela, por ejemplo, pero en nuestro caso, con una mascarilla accesible casera, tampoco, y ahí surge de nuevo el conflicto por enésima vez. Lo digo por propia experiencia, que en verdad, me dejó atónita. Santa paciencia. Os cuento: la persona con la que iba, llevaba mascarilla accesible casera, y de no haber ido yo acompañada por ella, no sé cómo habría resuelto la situación entre que tienes que comunicar tu cita, tienen que decirte adónde dirigirte, que te llaman por megafonía, que te vuelven a atender después con la mascarilla puesta… Pero esto no es lo que me dejó atónita, sino que a mi acompañante le hicieron ponerse una mascarilla quirúrgica ENCIMA de la accesible. Que para hablar conmigo se bajara la quirúrgica y así los labios quedaban visibles con el plástico de la otra. Aún con lo absurdo que es, tuvimos que hacerlo así, pero la quirúrgica se rompió por las gomas, ya que estaba puesta encima de la otra y claro… Imaginaros. Entiendo que en un entorno hospitalario las instrucciones sean más estrictas, de ahí la reivindicación de las que son accesibles para poder fomentar nuestra autonomía y no estar siempre supeditadas a una tercera persona, que a su vez, nos tiene que hacer el «favor» de acompañarnos. Esto o ir con el papel y boli a todos lados…
Como os decía, algunas personas (incluyo profesionales sanitarios) tienen la buena voluntad de bajársela para permitir la lectura labial (ojo, siempre respetando la distancia de seguridad), pero resulta estresante no saber si van a querer o no, y es un estrés constante. La alternativa del papel y boli, en mi opinión, no es la más idónea para mantener una conversación medianamente larga, por lo que no sería la mejor opción. Para casos puntuales, podría servir, pero no lo veo como alternativa real o factible en todas las situaciones. Y así estamos, por eso os pregunto cómo lo lleváis. De igual modo, ¿si os piden o pidiesen que os bajéis la mascarilla para poder entenderos, sería un problema o incomodidad? Os invito a que me escribáis en los comentarios.
Sin más, sigamos conscienciando sobre la necesidad de comprensión en esta problemática, sigamos reivindicando nuestros derechos, sigamos avanzando en una sociedad más empática y gracias por vuestro apoyo y buena disposición, voluntad…, nos hace la vida mucho más fácil.
P. D.: La mascarilla accesible de la imagen es casera, la ha confeccionado mi madre tras varias pruebas fallidas. Con ella, personas sordas pueden leerme los labios si lo necesitan. Y ver mi sonrisa.
Es una angustia que no puedes ir a ningun lado si todos traen cubre bocas, para mi es importante leer los labios si no me pierdo y me siento como en un tunel
Exacto, es oír que te hablan pero no entender nada… Que todo acabe pronto..
Un abrazo y ánimos.
para los oyentes ya es a veces difícil entender a las personas con la mascarilla, me puedo imaginar cómo es para los que leen los labios o se apoyan con la lectura labial…. un calvario e inseguridad total . Para los signantes es igual de complicado ya que los gestos y expresiones faciales, incluyendo la vocalización, ayudan mucho a la comprensión. El gesto de bajar la mascarilla, a la distancia recomendada, no debe suponer ningún riesgo de contagio. Otro handicap más a sumar a los otros tantos existentes…. Pero ánimo que ésto pasará. Ah, en YouTube hay muchos tutoriales para confeccionar mascarillas con ventana, pero son caseros y faltaría homologación. Andrea, un petonet.
Toda la razón, el tema es que no es justo depender de la voluntad de los demás para entender lo que dicen… En el caso de las personas sordas que signan, si bien no leen los labios, la expresión facial ayuda igualmente a mejorar la comprensión. Una mascarilla accesible sería mejor para todos, ya que aunque sea por ver sonrisas, merece la pena 🙂
Muchas personas te oyen hablar y cuando les dices que eres sorda no lo entienden. Ir a la farmacia, al médico, a cualquier gestión te obliga a ir acompañada. Yo hay días que lo llevo bien, y otros no lo llevo de ninguna manera… A ver cuándo hay mascarillas homologadas!!! Ánimos a tod@s!!!
Parte de mi reivindicación es ir sola a los sitios, para que la gente vea y conozca nuestra situación y ver como se soluciona, creando consciencia… (depende donde, como al hospital, no, porque suponen demasiados nervios..). Se hace difícil algunos días, ¿verdad? Y es todo el tiempo así, un aislamiento continuo en nuestro caso, prácticamente… Como se nos ha complicado la vida con esta pandemia…
Gracias por comentar Mónica, ¡en cuanto hayan mascarillas homologadas escribiré para difundirlo! Ánimos a ti también 🙂
Ho comparteixo tot! Segueix així! 👏🏻
Moltes gràcies! Com a afectades, hem de seguir i no defallir!
Yo le voy a pedir una mascarilla como la tuya a tu mami! !! !Sigue con esa sonrisa maravillosa que por seguro derribará todos los obstáculos que encuentres en el camino.
Hahaha, esperamos a que se comercialicen con todas las garantías, pero mientras tanto, se agradece poder tener alguna por si fuera necesario. Gracias por tu empatía, María, fueran todos así… =D
Seria un plaer baixar-me la mascareta per poder parlar carinyu!
Molts ànims i petons 😘😘😘
T’ESTIMU 💙
Ara que ho penso, en segons quines professions hi ha d’haver més consciència, així que difusió al màxim! I gràcies pels ànims!! =D Much love for you!
Ai, les mascaretes! Genial la idea de la teva mare, és més, ojalá l’escollissin com a homologada i es respectés el seu model perquè m’encanta! 😀
Bravo, tia! Un text per fer més consciència de les persones sordes oralistes 😉
Moltes gràcies, és tota una artista, la veritat! Tant de bo aviat s’homologuin, perquè tot això és horrible, no hi ha dret…
Un petonet bonica!!