Escuchar, oír, entender

¡Hola a todos!

En mi día a día, veo que algunas personas confunden los verbos escuchar, oír y entender. A menudo me preguntan si oigo, si he escuchado tal cosa, si con los audífonos puedo oír… Así que voy a dedicar esta entrada a explicar por qué no es lo mismo oír que escuchar o entender en mi (nuestro) caso; aunque creo que es extrapolable también a los oyentes.

«¿Pero tú oyes?», «¿Me escuchas cuando hablo?» «¿Si te hablo de espaldas no me oyes?» me preguntan. Explico que con los audífonos, sí que oigo. ¿Por qué entonces necesito leer los labios? Porque si no, no entiendo. ¿Y de espaldas? Pues lo mismo, oigo, pero no entiendo.

Una cosa es oír, otra escuchar y otra, la más importante, entender, imprescindible para poder comprender. Mientras que oír sería simplemente percibir los sonidos (este es el trabajo de los audífonos, amplificar los sonidos), escuchar se refiere más bien a prestar atención. Pero en mi caso, necesitaría, además, poder ver la cara o los labios de la persona para entender.

Ejemplos: Yo puedo estar delante de una persona, oírla, pero no entenderla si no le leo los labios o no vocaliza. También puede que esté delante de esta persona, oírla, pero no escucharla porque estoy pensando en otras cosas, por lo que no entendería ni una sola palabra. También puedo entender a una persona sin llevar los audífonos puestos, sin oírla. Pero tendría que vocalizar, claro, que no soy adivina, ¡jaja!

En lengua de signos hay un signo que significa «escuchar». El propio signo muestra que es una escucha con los ojos y sería el equivalente a mirar a la persona, ver qué está diciendo. Así que, los sordos signantes, o sin ayudas auditivas, también escuchan, pero con los ojos.

Con los sonidos, pasa lo mismo. Puedo oír un ruido, un motor, pero si no lo veo, es muy probable que no lo identifique, que no lo «entienda»: dudaría entre si es un avión, un helicópter, una máquina taladradora…

Bueno, creo que queda bastante clara la diferencia entre escuchar, oír, entender, ¿no? En resumidas cuentas: al final, en mi caso, lo más importante es leer los labios, porque sin eso, por más que oiga y por más alto que uno hable o grite pero no vocalice, no podré entender bien lo que dice (aunque le esté escuchando).

Y es que al final… la actividad más importante que un ser humano puede lograr es aprender para entender, porque entender es ser libre, dijo Spinoza, y yo lo suscribo.

¡Saludos a todos!

Para seguir leyéndome, solo tenéis que comentar esta entrada y clicar “Recibir nuevas entradas por e-mail” o directamente por suscripción, al final de la página. ¡Gracias!

4 respuestas a «Escuchar, oír, entender»

Anímate y déjame algún comentario. ¡Gracias!

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Verificado por MonsterInsights