¡Hola a todos!
En otra entrada comentaba que mi desarrollo del habla y del lenguaje ha sido posible gracias a las logopedas que he tenido durante mi infancia y adolescencia. Pero ¿qué hay de la educación bilingüe?
La educación bilingüe es cuando dos culturas coexisten en un mismo espacio y donde se habla simultáneamente dos lenguas o idiomas. En este caso sería la lengua de signos y la lengua oral. ¿Pero qué pasa? Muchas personas sordas no suelen usar la lengua oral para comunicarse y otras personas no usan la lengua de signos. Algunas usan ambas y éstas serían bilingües y, a mi entender, es lo ideal.
Cuando no sabes lengua de signos, en lugares donde se habla, por ejemplo, en conferencias, reuniones, eventos, etc., no entiendes lo que se dice aunque haya un intérprete de lengua de signos; y cuando no sabes leer los labios o aún sabiendo, hay muchas personas hablando, es muy difícil seguir y entender lo que se dice.
¿Entonces? Creo que todas las personas sordas deberíamos tener acceso al aprendizaje de la lengua de signos (y también los oyentes), aparte de la lengua oral, claro, ya que es nuestra lengua natural (si no oyes, lo lógico es usar gestos) y, además, fomenta la inclusión y el camino hacia la educación a través de una cultura plena y propia. Pondré dos ejemplos:
- Una chica sorda que sabe leer los labios muy bien porque está acostumbrada y además utiliza la lengua oral en su día a día. Solo sabe un poquito de signos. En una reunión puede seguir más o menos si las personas vocalizan y respetan el turno de palabra. Aún así se perderá mucha información (la lectura labial no es una ciencia exacta, segura e infalible), además del gran esfuerzo que tendrá que hacer para no perderse en el discurso.
- Una chica sorda que sabe lengua de signos muy bien porque no utiliza casi nunca la lengua oral en su entorno. Sabe leer los labios pero no necesita hacerlo y no tiene tanta costumbre. En una reunión, si hay un intérprete, problablemente lo seguirá todo como una persona oyente y se sentirá más cómoda.
En definitiva, una chica sorda oralista que no sabe signos, lo pasará mal. Una chica sorda que sabe signos, sin intérprete, lo pasará mal. Solución > que la chica sepa leer los labios bien, pueda usar la lengua oral y además entienda y sepa lengua de signos. Resultado > bilingüismo > integración.
Pero esto no acabaría aquí. Las personas sordas oralistas dependemos constantemente de la lectura: labial, subtítulos… mientras que las personas sordas signantes tienen más independencia en este sentido, ya que además, pueden usar todo el material en lengua de signos donde esté adaptado. Suman posibilidades. Suman culturas.
En mi caso, no he recibido las enseñanzas en lengua de signos ni se barajó nunca esta posibilidad, pero a día de hoy me pregunto cómo sería mi vida de no haber sido así.
Algunas personas creen que el hecho de educar en lengua de signos priva del aprendizaje de la lengua oral, como si el aprendizaje de una fuera en detrimento de la otra y, desde mi punto de vista, no tiene por qué ser así. Cada persona es diferente, así como la audición de cada uno. ¿Quién tiene derecho en decidir qué es lo mejor en cada caso, más aún cuando ello implica negar un derecho?
Con esta entrada quiero reivindicar el uso de la lengua de signos desde la educación, desde las escuelas, en las familias, amigos… para normalizarla en una sociedad en que los sordos siempre seremos minoría y así evitar la discriminación en todos los ámbitos tanto como sea posible. Estamos ahí y tenemos que luchar el doble para entender y que nos entiendan. Eliminemos barreras innecesarias, ¿no?
Unamos los dos mundos, el sordo y el oyente y creemos uno de solo en donde la comunicación deje de ser un problema. Porque no tiene por qué serlo. Porque no debería. ¿Tú qué opinas?
¡Viva el bilingüismo!
¡Saludos a todos!
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Penso que si et proposes aprendre la llengua de signes, ho faràs. I ho faràs de 10!
Ets molt persistent Andrea 😊
El problema és la pràctica… si visqués a Barna, segur que en sabria molt més!!
I gràcies per la confiança! Petonàs!
El saber no ocupa lugar