Aprender a convivir porque eres parte de mí...

  1. convivir
  2. Eres parte de mí,
  3. aunque te alejes, volverás,
  4. no puedes deshacerte de mí,
  5. pero tampoco yo de ti,
  6. es todo muy real,
  7. me necesitas pero no yo a ti,
  8. aprendamos a convivir…
  9. Unos días estamos mejor que otros,
  10. ¿de qué dependerá…?
  11. de si funcionan bien, de si me siento bien,
  12. y de si los demás quieren hacer el esfuerzo…
  13. ¿Pero sabes qué?
  14. Al final estamos tu y yo y no nos llevamos tan mal,
  15. se trata de mirarnos con buenos ojos y de poner de nuestra parte,
  16. en realidad no nos queda otra, y de todo salen cosas buenas,
  17. y todas las cosas que solo por eso puedes ver y percibir…
  18. Mudar de piel, cambiar las pilas,
  19. cambiar de modelo… es casi cambiar de vida,
  20. pero la mirada sigue siendo la misma, solo con otros colores
  21. que tienen que aprender a encuadrarse en los nuevos tonos.
  22. Y sacarle el brillo… como encontrar personas bonitas, no lejanas
  23. que te hacen mucho más llevadero el camino.
  24. Aceptar mi sordera y me permita vivir sin dramas.
  25. .
  26. .
  27. .
  28. Y convivir.

Sin audífonos pero contigo misma y un libro

vacio

Imagina estar en quietud, nada se mueve, todo está muy tranquilo…

Cualquier movimiento indica algún sonido imaginario pero puedes no saber como es realmente.

Imagina el vacío tras una explosión que nunca se produjo en tu interior pero que siempre estuvo ahí.

Lo único que puedes es imaginar y pensar mucho para comprender.

Y de alguna manera, a la tuya, palpitar. Y silencio, no se vaya a estropear.

 

 

Algo así, parecido, es lo que viene a ser el desconectar, es como meditar.

 

Eres tu, contigo misma, pero en realidad es una nueva oportunidad.

 

 

No dejo de leer, de imaginar… para poder reflexionar.

¡Feliz Sant Jordi lectores y enamorad@s! Un beso, cariño.

 

Refugio, locura

caracol  

Tras horas en silencio, de blanco y negro,
enciendo otra vez, se ha hecho de día
ya se fue el gris, toca la calle,
toca la vista, toca sentir.
 
Las letras no van, un poco de paciencia,
sería lo mismo, no va a llegar antes
me sé el recorrido entero ya de memoria,
suben y bajan, sin pena ni gloria.
 
Caras inexpresivas, pero ojos atentos,
arrugas que se dibujan, sonrisas esbozan,
quizá solo lo parece, no se ve la gente,
no se ven sus labios, no se les ve la boca.
 
Para algunos es refugio, para otros es locura,
sigue siendo tristeza, un ambiente que perdura,
todavía una atadura, pero alza la cabeza
que solo es una máscara y dejará de ser oscura.
 
Ríe lo que puedas, aprovecha los momentos,
aprovecha las transparencias, que afloren tus talentos,
no tienes todo el día, vive el hoy como un mañana,
o llegará Morfeo y todo se quedará en un sueño.  

Palabras empañadas, enjauladas

jaula

Bocas blancas superpuestas, sobresalen tanto
obstruyen palabras, ya entresijos, un nuevo canto,
escondidas y protegidas, más bien perdidas
esperando ser comprendidas, requeridas, ya sin encanto.

Rodeada de todas ellas, prisioneras, ajenas
se desvanecen algunas, pierden brillo, se empañan
inconscientes, automáticas, sin ser descubiertas apenas
¿…cómo pretenden liberarse, si sin saber, condenan…?

Abrir una ventana y aferrarse cual fuego en su llama
sin apartar los ojos ahora al conocimiento que se derrama,
que comprende las palabras, ya leídas, ya nítidas…
pues se hizo la luz en la transparencia tan deseada.

Y que bailen sin cesar, liberadas de su telar
sin barreras ni fronteras, artífices en su nueva libertad
que disfruten de su vuelo, tal es su voluntad
no pueden ser encerradas, no es su sino, es accesibilidad.

 

Si una persona os dice que no os entiende por la mascarilla (tradicional) puesta, considerad que sea una persona sorda. En tal caso basta con la distancia de seguridad para apartar la máscara sin riesgo y permitir que esta persona os pueda leer los labios para entenderos.

Gracias, pequeños gestos pueden ser liberadores.

Flores de lavanda en el camino

Brisas tempraneras, frías hielan el alma,
corazones cálidos siguen de parranda
¿por qué quiénes eran desconocidos
ahondan cual flores frescas de lavanda?

Senderos seguros llevan que además temperan
piedras desmenuzadas ya no duelen nada,
si supieran entonces aquellos caminantes
como siguió la vida teniendo en cuenta el ‘antes‘.

Ganando más valor, más coraje y enseñanza
añoranza de deseos antes mirando al cielo,
ahora no más recelo, se envuelven en la fragancia:
las pieles empiezan la ansiada mudanza.

El universo se alinea, ilumina grandes caminos
espera reencuentros, cual maestro su aprendiz
deseos que animan verdaderamente a seguir.

Y si los desconocidos caminan, siguen sin dudar,
nada torna sus vistas, nada les hace vacilar,
confiando en la lavanda y su embriagar
será entonces que brinde por ellos
y su merecida felicidad.

El pájaro soñador Un poema sobre la esperanza

Entrando y saliendo de aquel lugar
en que todos y todas te miraban
tu parecías del todo ausente,
pensando ¿ésta es mi vida?

Consigues alejarte lo más posible
pero te estaba acompañando…
A veces todo es mentira,
a veces estás soñando.

Y es que la verdadera compañía
es aquella que no vas buscando.
Te encuentra enseguida,
eres un pájaro volando.

Por eso hallando el vuelo
sientes la brisa que te acaricia el alma,
sin tropezar, esta es tu vida
esta es la que estás perdonando.

A veces no todo es mentira,
a veces solo hay que seguir soñando.

.

.

.

.

.

Porque a veces, estando con gente, te cuesta entender. A veces, decides dejar de intentarlo. De repente, alguien se da cuenta y te pone al corriente. Es entonces cuando hallas el vuelo.

A veces, parece que sí lo entiendes, pero la realidad es que no. La costumbre hace que parezca que sí, la realidad es que no.

Por eso, parece que sea mentira que estés allí, pero luego, con suerte, ya no lo es. Y vuelves a vivir, te vuelves a perdonar.

A veces, soñar te salva, a menudo hay que seguir haciéndolo…

 

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