¡Hola!
Os presento a Irene Navajas, una estudiante activista universitaria sorda que ha tenido que enfrentarse a una de las pesadillas que nos ha traído la pandemia… las mascarillas. ¡Conozcamos su lucha y su historia!
Hola Irene, en tus redes sociales te centras en las personas con diversidad funcional, ¿qué te ha empujado a hacerlo?
¡Hola! Principalmente que nadie lo estaba haciendo de esta forma. Yo me encontraba contenido en internet de todo tipo, menos que reflejara la situación que vivimos las personas con diversidad funcional. Esto me pareció un problema porque me di cuenta de que apenas tenía referentes con diversidad funcional, que no encontraba a otras personas hablando de esto, ¡ni siquiera memes relacionados con nosotras!… Parece una tontería, pero esta representación es muy importante, te hace sentir acogida y comprendida por otras personas. Es fundamental para evitar sentirte sola.
Algunos medios de comunicación se han hecho eco de tu situación en relación a la discapacidad y a la falta de accesibilidad en la universidad. El departamento de atención a alumnos con discapacidad de tu universidad (Universitat Pompeu Fabra, UPF Inclusió), ¿qué ha hecho para ayudarte/atenderte tras conocer tus circunstancias y necesidades especiales al estallar la pandemia? ¿Crees que existe coordinación y comunicación entre docentes y el departamento junto con los alumnos en cuestión a la hora de adaptar las clases?
La verdad es que hemos tenido algunos problemas a raíz de la situación de la pandemia. No creo que hagan las cosas con mala fe, pero sí que es cierto que espero de su parte más empatía y menor tiempo de reacción. Los plazos para que algo de lo que tu propones lleguen a ser efectivos, si es que al final lo son, llegan siempre muy tarde o con “peros” y contras. Creo que además el hecho de que mi diversidad funcional sea una de las más invisibilizadas es un añadido a este problema.
Han llegado poco a poco soluciones como por ejemplo la subtitulación directa, pero han llegado tarde o de forma insuficiente para suplir el hecho de que las clases no son accesibles.
Creo que hay coordinación y comunicación, pero creo que no es de buena calidad. Los profesores no llegan a entender las barreras que ellos mismos nos ponen inconscientemente y la universidad no se da cuenta de que es su labor asegurarse de que las herramientas que les dan sirven para el largo plazo, no sólo para la semana de después de habérselo comentado. No sirve una guía de buenas prácticas si los profesores no la reciben, o si la universidad no les obliga a cumplirlas.
En tu propia web www.irenenavajas.com, has editado y publicado una guía de accesibilidades para las personas con diversidad funcional en general y para aplicación en el ámbito educativo y también un catálogo que incluye adaptaciones para el acceso a la información, para el entorno físico y demás. Parece que cuesta llevarla a cabo a la hora de la verdad, sea por un tema presupuestario o por falta de empatía y de voluntad. Esta guía podría servir también para entornos laborales para facilitar la inclusión y el desempeño del trabajo, haciendo uso así de las adaptaciones de los lugares de trabajo y que cuentan con subvenciones a nivel estatal. Muchas gracias por tu aporte.
Me alegra mucho que sientas que es algo a agradecer, significa que entonces merece la pena.
Sí que es cierto que la inversión económica que supone adoptar estas medidas es grande, pero si se trata de respetar los derechos humanos básicos creo que es dinero bien invertido. También cabe remarcar que muchas de estas accesibilidades no requieren un desembolso económico tan grande o incluso es inexistente, y aún así no se aplican. Esto ya nos da una idea de por dónde va la sociedad hoy en día, y no es precisamente por el camino de garantizar la no discriminación de las personas con diversidad funcional.
Para mí sería ideal que también se pudiera implementar en el ámbito privado, de hecho, yo la ofrezco de forma pública y gratuita con la idea de que pueda utilizarla quien quiera. Cuantas más personas decidan sumarse al cambio antes llegaremos a un estado de igualdad de condiciones real de las personas con diversidad funcional.
Cuentas en el Diari de Barcelona que este último curso has podido mejorar la calidad de la información gracias a la subtitulación/transcripción manual en las clases online, pero no en todas ni en todas las asignaturas. ¿Cómo has accedido a la información?
Dependo mucho de mis amigos de clase e intento encontrar apuntes de otros años en internet. Es una solución parche, me ayuda a aprobar, pero realmente lo que queremos es sentirnos independientes, que podemos hacer las cosas nosotras mismas, empezando por tomar los apuntes. No me gusta la sensación de que me he sacado muchas asignaturas gracias a otras personas, ellas ya tienen lo suyo, no necesitan que yo además les cargue con lo mío. Es algo de lo que siempre les voy a estar agradecida.
En cuanto a las clases presenciales en los últimos meses, ¿los profesores y alumnos/compañeros usaban mascarillas transparentes para poder comunicarse contigo? ¿Cómo ha sido su reacción en este sentido?
Comenzaron las clases presenciales y algunos de mis profesores llevaban estas mascarillas, no todos. Tuve que pedir que mis compañeros también las llevaran, porque de nada servía la de la profesora si teníamos que hacer trabajos en grupo. Las mascarillas de mis compañeras llegaron al final de clases, así que sólo me fueron útiles unas cuantas horas.
En general no hubo ningún problema con mis compañeras, ellas se las pusieron y tampoco hicieron muchas preguntas. Sí que había alguna persona que se la olvidaba en casa, pero por lo general todas la usaban y quizás esto sea un ejemplo de que si hay medios las personas no tienen ningún problema en usarlos y no darle importancia al “para quién las usan”.
¿Crees que has recibido un trato diferente al resto de alumnos por el hecho de tener discapacidad auditiva? ¿Puedes explicarlo? ¿En el bachillerato o en el instituto también?
Sí, y cuando digo trato diferente no me refiero a ventajas ni mejor trato, me refiero a que ninguno de mis compañeros ha tenido que pasar por lo que he pasado yo, y lo único que nos diferencia es que ellos no tienen diversidad funcional y yo sí.
Esto, aunque no lo parezca, es una forma de discriminación y violencia capacitista.
Si yo no puedo acceder a la universidad como una más, sin tener que preocuparme de poder seguir las clases como el resto, estoy siendo discriminada.
En el bachillerato e instituto fue muy distinto para mí, no soy sorda de nacimiento y en ese período aún me estaba adaptando a mi nueva condición. No tenía apenas información sobre las posibles accesibilidades y herramientas, las clases eran mucho más pequeñas, la cantidad de recursos complementarios en internet para ese tipo de temario era abundante… En este caso ninguna persona me discriminaba directamente porque nadie sabía mi condición, y tampoco tuve un trato distinto, lo que sí estaba era en inferioridad de condiciones que se hubieran solucionado si las clases fueran accesibles, sin necesidad de presentar un informe de situación.
¿Alguna vez te han animado a dejar los estudios para no tener que sortear tantos obstáculos? ¿Qué piensas al respecto y qué consejo darías a otras personas que se puedan encontrar en tu situación?
Claro, en primero de carrera por parte de la universidad me sugirieron cambiar de estudios. A mí esto me afectó mucho porque sentía que tenía una oportunidad haciendo esta carrera y ver cómo se esfumaba simplemente porque yo no oía como el resto es una situación muy frustrante. Mi familia también me sugirió que no pasaba nada si no podía con ella, que podía volver a casa y buscar algo más fácil. Al final cuando te ven sufriendo tan innecesariamente sólo quieren encontrar una alternativa para que vuelvas a estar bien.
Creo que hace falta ser muy cabezota para seguir como yo lo hice, si pudiera dar un consejo sería lo que me hubiera gustado que alguien me dijera a mí, que todo iba a estar bien, que tomara la decisión que tomara, tanto seguir como volver a casa iba a estar bien. Le diría que no pasa nada por no acabar los estudios en cuatro años y que esto es algo con lo que vas a tener que lidiar toda tu vida, la discriminación no se va a esfumar porque tú lo hagas. Aprende a gestionarlo lo mejor que puedas, busca ayuda si la necesitas y cuando te tiren, tómate todo el tiempo que necesites, pero levántate. Nada va a ser nunca un caminito de flores, pero vas a sacar algo bueno de esta situación también, y al final de una forma u otra merecerá la pena.
Fuera del ámbito de los estudios, en tu día a día, ¿tienes dificultades para comunicarte?
No exactamente. Tengo dificultades para oír a las personas y lo que pasa a mi alrededor, pero la comunicación para mí va más allá de eso. Por ejemplo, comunicarse para mí es hacerle llegar a las personas a las que quieres que las valoras, transmitir una idea o un mensaje en las redes o hacer que el resto entienda tu situación. Todo esto va mucho más allá del oralismo, se puede lograr a través del arte, de los mensajes y de mil otras maneras, lo único que se necesita es un receptor abierto a escuchar de otras formas que no sean sólo a través de los oídos.
Sí que veo un problema en cómo las personas se comunican conmigo, la mayoría tienen exclusivamente la herramienta oral y sencillamente no saben tratar con personas con diversidad auditiva. Por suerte, las personas de mi círculo más cercano no suelen tener problema para aprender a utilizar otro tipo de herramientas y eso lo facilita todo mucho.
Vivimos en una sociedad en que las personas con algún tipo de diversidad funcional no son tan visibles y están continuamente reivindicando la materialización de los derechos que les corresponden por ley. ¿Cómo sería para ti una sociedad completamente inclusiva a la práctica, en la vida cotidiana?
Mi utopía ideal sería que cualquier espacio fuera accesible, sin necesidad de dar información ni explicaciones de antemano. Que no tengas que hacer ningún “trámite especial” ya sea para acceder a la universidad o incluso que la tecnología cuente con herramientas para hacerla inclusiva.
La sociedad debería estar preparada independientemente de la diversidad funcional que tú tengas. Lo ideal sería que los subtítulos, las adaptaciones para las sillas y las herramientas para las diversidades más invisibilizadas como puede ser la psicosocial formen pate de lo cotidiano.
Una sociedad realmente inclusiva sería aquella que no discrimina por las condiciones de sus individuos, incluyendo la diversidad funcional.
¿Cómo ves el futuro cuando termines la universidad?
Siendo sincera, de una forma bastante más negativa de la que me gustaría.
Sé que parece una tontería, pero si ni siquiera puedo estudiar como el resto de las personas, ¿cómo voy a tener una buena nota media en la universidad que me permita acceder a un máster?, ¿cómo voy a salvar la discriminación laboral si tampoco puedo formarme en condiciones?
Me entristece mucho ver cómo la sociedad actual le da la espalda a mi colectivo, es exagerada la cantidad de desinformación y desconocimiento que hay en torno a la diversidad funcional.
Hace apenas dos semanas que nuestra constitución ha retirado el término ‘disminuido’ de su artículo 49 y hace nada que se aprobó la reforma civil por la que acaba la incapacitación jurídica de las personas con diversidad funcional.
Cambios similares en relación con otro tipo de discriminaciones se produjeron hace años (como el reconocimiento jurídico de las mujeres), ¿cómo es posible que estos avances se estén produciendo ahora en el caso de las personas con diversidad funcional?
¿Qué expectativas de futuro debería tener si se están empezando a reconocer derechos que otros colectivos disfrutan desde hace más de 50 años?
Creo que todas deberíamos hacer un ejercicio de reeducación para deconstruir todos los prejuicios creados en torno a la diversidad funcional, empezando por la idea de que es la persona con diversidad la que tiene un problema, y comenzar a valorar si es el entorno, realmente incapaz de albergar a estas personas, la raíz del problema.
Es la única forma de avanzar y de que se dejen de producir situaciones de discriminación como la nuestra.
Por último, enhorabuena por la carrera, te falta poquito, está siendo un camino lleno de obstáculos y de méritos a partes iguales. Gracias por compartir tus experiencias y por tus reivindicaciones en pro de una vida más fácil y sobre todo justa para todos y todas.
Gracias a ti por cederme este espacio y por la visibilidad que le das a las personas sordas. Creo que tu labor es muy importante y te animo a que siga siendo así durante muchos años. Gracias porque me he sentido acompañada y comprendida en tus textos, y estoy segura de que también muchas más personas.
Irene, espero que tus palabras sirvan para seguir concienciando y aportando soluciones, que es lo que necesitamos: SOLUCIONES, accesibilidad plena para dejar de sufrir discriminación en todos los ámbitos, empezando por el de la educación. De corazón deseo que consigas todos tus propósitos, -con este espíritu de luchadora que tienes (a la fuerza), lo conseguirás- y que sirvas de inspiración a tantos estudiantes que viven la misma situación.
Un abrazo y muchísimo ánimo.
Y a ti, que nos lees, ¿qué piensas al respecto? ¡Escribe en comentarios!